viernes, 28 de agosto de 2009

Cultura


Álvarez Lloveras Guadalupe
Apreciación Artística, IPN
P. 20-22




Cultura tiene su origen en el latín y quiere decir cultivo, cultivar. Ha sufrido una serie de transformaciones y es a partir del último cuarto del siglo XIX en que se relaciona con el concepto de civilización.

Actualmente se entiende por cultura al producto de la actividad social de los seres humanos; incluye los comportamientos, actitudes, creencias, conocimientos , costumbres y otras capacidades no heredadas genéticamente, sino adquiridas por los individuos como miembros de una sociedad. La cultura también incluye aquellos objetos, medios de subsistencia, leyes y arte producidos por las personas como resultado de su vida social y de la transformación de la naturaleza que los rodea.

Los justificadores ético-políticos…son los que moralizan y sentimentalizan cualquier postulado intelectual y tienen aplicación en todo. No solamente los justifican, sino también los moralizan. Se trata de procesos ideológicos, por estar relacionados a las ideologías dominantes. Estos justificadores contraponen sentimientos ético – políticos que reprimen los sentimientos ante cualquier fundamentación racional.

Al parecer, en la sensibilidad de los individuos se entrecruzan en constante interdependencia e interacción, las cuestiones sentimentales, la estética y las morales. En este entrecruzamiento son decisivos los justificadores ético – políticos, que van a dar lugar entre otras, a la cultura oficial y a la popular.


Oficial quiere decir que emana de la autoridad constituida. Así como existe una llamada historia oficial”, la cual es un instrumento de la clase dirigente para mantener su poder y así el aparato del Estado trata de controlar el pasado al nivel de la política práctica y al nivel de la ideología. También existe una cultura oficial” en la cual las clases dirigentes y el poder del Estado suelen apelar a la tradición y a las manifestaciones culturales como fundamento de su dominación.

La cultura oficial rescata también los sentimientos nacionalistas, el nacionalismo como forma ideológica une a los individuos y a la vez distorsiona la realidad colectiva. Como ética política, demanda privilegiar a los beneficios nacionales en lugar de cualesquiera otros. Como sentimiento, es el apasionamiento por el lugar donde se nace.

El sentimiento nacionalista puede ser excitado por cualquier finalidad, cuando se afirma que tal obra o tendencia artística beneficia al país o lo deteriora. Si lo beneficia siempre despertará simpatías, sin importar si le entendemos o no. So los mecanismos de la represión sentimental, en que la identidad nacional se ha convertido en la mejor carnada para despertar sentimientos nacionalistas. Además se puede utilizar el nacionalismo para aceptar lo foráneo. Solo hay que decir que beneficia al país.

Popular quiere decir relativo al pueblo. La cultura popular trata de justificar los bienes estéticos y les atribuye beneficios populares o fácilmente descifrables. Recurre también a la promesa de popularizar a las artes, como si todo fuese cuestión de producir obras de lectura fácil y de transportarlas a lo sectores populares. Esta promesa fue y es incumplible: lo único popularizable es la educación artística para que cada quién elija el arte de su gusto. Siempre será una minoría el público de cada arte, por que las artes son muchas y los individuos no son capaces de abarcarlas todas con igual preparación. La enseñanza populista favorece a las obras de arte conservadoras, en nombre del pueblo. En realidad, el valor de un bien cultural no reside en su lectura fácil, sino en si favorece o no a los intereses populares.

Se le llama contracultura a una subcultura que se rebela en contra de las instituciones, costumbres jerarquías, tradiciones y valores de la sociedad existente.

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